Introducción

Ante las severas condiciones sociales y económicas que enfrenta el campo mexicano, el turismo (Fig. 1) surge como una alternativa para generar ingresos y ampliar el espectro de las actividades agropecuarias. En los últimos años se ha hecho evidente el auge internacional de actividades turísticas alternativas, que tienen como foco a las comunidades rurales, con lo que se persigue un doble objetivo: generar propuestas innovadoras de desarrollo local y resignificar la actividad turística convencional. Al respecto, diversas entidades gubernamentales, organizaciones locales, el sector privado y ONG´s, han impulsado la actividad turística como herramienta paliativa para las crisis rurales, y como nicho de mercado para servicios diferenciados. En este sentido se considera necesario, además de los procesos de inversión y planeación, un constante acompañamiento a las comunidades a través de la formación de recursos humanos en materia de turismo alternativo (Fig. 2).

Figura 1. El turismo es una actividad potencialmente detonante para las comunidades rurales de México y es una actividad viable como alternativa a la crisis de otros sectores.

Objetivos

Generar propuestas innovadoras de desarrollo local y resignificar la actividad turística convencional.

Materiales y Métodos

Este diagnóstico se basa en la necesidad de pensar en un turismo en áreas rurales que no se límite a ofrecer servicios de hospedaje y alimentación, sino que tenga como sustrato básico el patrimonio rural, que sean las mismas comunidades, depositarias del capital rural, quienes gestionen, evalúen y se beneficien del aprovechamiento turístico del territorio. Para llegar a lo anterior, es importante enmarcar al turismo rural en el contexto de los negocios y superar el paradigma de la implementación de proyectos e inversiones a fondo perdido, sino considerar la viabilidad y sustentabilidad de la actividad en relación proporcional a la formación de recursos humanos (al interior de las comunidades), capaces de desarrollar ésta actividad relativamente nueva. Viene a la mente el famoso proverbio chino: “No le des pescado a un hombre porque comerá un solo día; enséñalo a pescar para que coma toda la vida”.

Resultados y Discusión

De acuerdo con esto, el turismo en áreas rurales está ligado al territorio y como el resto de las actividades productivas, deben desarrollarse conocimientos sobre como relacionarse con el espacio, sobre como ejecutar esta forma peculiar de apropiación del territorio llamada turismo. Un turismo mal gestionado tiene severas repercusiones sobre el ambiente y la sociedad, por lo que la formación de recursos humanos no sólo es una cuestión para hacer viable el negocio turístico, sino que también forma parte de una estrategia de desarrollo a más largo plazo.

Figura 2. Ciclo de desarrollo del turismo rural con base en las necesidades locales y formación de recursos humanos.

Esta propuesta se basa en la necesidad de formación de recursos humanos al interior de las propias comunidades y a partir de diversas experiencias se centra en las siguientes necesidades:

• Para la mayoría de las comunidades rurales no existe una cultura de servicios, sino que la actividad económica del medio rural se orienta básicamente a la producción.
• Existen choques culturales y nuevas relaciones sociales, ya que el turismo es un vínculo y una inserción de la sociedad urbana en el medio rural.
• El turismo es una actividad compleja que requiere altos niveles de especialización, el dominio de habilidades específicas y el conocimiento de técnicas.
• Es importante conocer el potencial del patrimonio rural en las cadenas de valor turísticas, y de esta manera poder ingresar en los sistemas de comercialización.
• Es imprescindible un conocimiento amplio del negocio turístico con la finalidad de integrar diversos recursos para la implementación, gestión y evaluación de esta estrategia de desarrollo a nivel local.

En este sentido, lo que se propone es que la implementación de proyectos turísticos en zonas rurales contemple la formación de recursos humanos como una herramienta de acompañamiento permanente, mediante el desarrollo de capacidades específicas para el aprovechamiento de la multifuncionalidad del territorio y sumen atributos a la plurifuncionalidad de los actores sociales.

De esta manera la formación de recursos humanos para el turismo en zonas rurales, debe estar orientada hacia la adquisición de conocimientos y habilidades en los siguientes campos: a). Legislación y normatividad, b). Relaciones interculturales, c). Herramientas de evaluación del potencial turístico local, d). Capacidades de gestión, diseño y desarrollo de productos turísticos ligados al territorio, e). Organización, capital social, alianzas estratégicas y asociacionismo, f). Conocimiento del turismo rural como un negocio sustentable desde las perspectivas económica, ambiental y social, g). Habilidades y conocimientos en materia de servicios orientados a la calidad, h). Comercialización, mercadeo, planes de negocios e instrumentos financieros, i). Conocimiento de la importancia del desarrollo local y del enfoque territorial como herramientas útiles para enfrentar los retos contemporáneos.

Es evidente, que el turismo en áreas rurales implica la participación de actores diversos, en todas sus etapas, pero lo que aquí se resalta es la importancia del desarrollo de habilidades a nivel local, para generar un turismo difuso, local y a pequeña escala, cuyos beneficiarios fundamentales sean las propias comunidades en las que se asienta dicha actividad, y la única manera de que esto suceda es que sean los propios actores sociales quienes asuman un papel protagónico en su gestión, planeación y desarrollo.